1.5 ESTILOS DE TRABAJO EN UN EQUIPO
Cada persona adopta diversas maneras de comportamiento ante los demás, es decir que cada individuo tiene un estilo propio de personalidad. El doctor Meredith Belbin definió los comportamientos clave para el éxito de los equipos de trabajo, determino la existencia de 8 roles o estilos básicos los cuales son:
COORDINAR:
La persona con este estilo favorito integra y coordina los esfuerzos de todos los miembros y dirige, con base en el respeto, la admiración o el liderazgo que logra de los demás.
Su característica predominante consiste en saber ganarse el respeto de los demás.
Su rol es dirigir al grupo, no lo hace de forma despótica ni arrogante.
Durante las reuniones puede intervenir solo en los momentos más críticos o relevantes, sobre todo si aparecen discusiones entre los miembros.
Sondea las opiniones de los miembros del equipo y da importancia a la comunicación entre todos. En el contacto con los demás es flexible y tolerante, demuestra confianza a los miembros.
Su entusiasmo motiva a las personas.
Capaz de demostrar afecto y apoyo en las relaciones interpersonales.
No se desvive por ser protagonista en las situaciones sociales.
IMPULSAR:
La actuación característica de la persona con este estilo consiste en aportar ímpetu competitivo al grupo.
Exige firmemente que se logren los objetivos planteados.
Esta siempre altamente motivado.
Con frecuencia se muestra inquieto o tenso por una alta necesidad de logro.
El compromiso con los objetivos del equipo se basa en su responsabilidad moral y no de disminuye su respetabilidad.
Este persigue los objetivos a costa de lo que sea, incluso pasando por alto los sentimientos de los otros.
Puede resultar oportunista.
Demuestra fuertes reacciones emocionales ante cualquier frustración, decepción o contratiempo.
Denota individualismo y critica en su manera de pensar, con pocos inconvenientes en poner a los demás a prueba con argumentos o impugnaciones personales.
Suele caracterizarse por una extraversión agresiva, por lo cual puede provocar respuestas agresivas y / o defensivas en los otros miembros.
Puede tener dificultades en la comprensión y afecto interpersonal.
Su estilo de dirigir esta mucho más orientado a lograr los objetivos que ha mantener la cohesión del equipo.
La existencia de un impulsor puede desviar la actividad hacia objetivos no primordiales. La existencia de varios impulsores puede ser contraproducente, pues a pesar de su esfuerzo por lograr los objetivos, surgirán problemas interpersonales por las frustraciones que provocan y el criticismo de unos con otros.
INNOVAR:
Es fundamentalmente aportadora de ideas imaginativas, brillantes y profundas.
A veces sus ideas pueden resultar complicadas o irrealizables, pero plenas de imaginación y creatividad.
Sus ideas no siempre son aceptadas por los demás.
Tiene un enfoque hondo, siguiendo su propio sistema mental de profundización.
Trabaja independientemente.
No se siente demasiado orientado al equipo, aunque normalmente su contribución mejore el éxito de este.
Cuando en un equipo existe este tipo de persona, siempre habrá la posibilidad de avanzar hacia los objetivos si se saben aprovechar de manera adecuada las ideas generadas por ella.
Los innovadores tienden a ser introvertidos por lo que requieren de un buen coordinador para motivarles a fin de aportar ideas originales y viables.
La manera como se ha tratado por el coordinador o por el resto de los miembros es de vital importancia para su creatividad.
Las frustraciones o los problemas provenientes de la interrelación personal intervienen o limitan significativamente su productividad.
EVALUAR:
Las aportaciones de este consisten en el análisis ponderado y sin apasionamientos.
Puede suceder que los miembros innovadores, proveedores e impulsores caigan en discusiones entre ellos.
Suele tener una actitud de desapego emocional o distancia con respecto al equipo, por lo tanto en la mayoría de las situaciones pueden actuar como observador, entrando en un juego cuando es preciso tomar una decisión de importancia.
Es capaz de sopesar los hechos tomando en cuenta cuidadosamente los pros y contras de cada opción para llegar finalmente a una decisión aceptable. Lo realiza mediante un proceso objetivo, libre de las influencias de factores emocionales.
Muestra poco entusiasmo o compromiso personal.
No se inclina principalmente a tomar decisiones, pero su juicio es en considerado.
La falta de compromiso con los objetivos del equipo muchas veces facilita la tarea del evaluador por que le permite ser imparcial en la toma de decisiones.
Es algo seco y critico.
Se integra y funciona bien dentro del equipo, especialmente si su papel es reconocido como tal por sí mismo y por los demás miembros del grupo.
PROVEER:
Este estilo resulta fundamental para el vendedor y el diplomático, capaz de recoger todo lo aprovechable del equipo y del ambiente en torno.
Mantiene gran habilidad para hacer contactos externos y pone entusiasmo en las tareas.
Aunque no es una fuente frecuente de ideas originales, es altamente eficaz cuando capta las ideas y la asimila.
Suele tener un papel relevante en el equipo a la hora de poner en marcha las innovaciones, es apto para identificar lo que es útil y factible.
Resulta eficaz en las relaciones interpersonales pues se muestra sociable, amistoso, bastante más extravertido que el innovador, con quien comparte el aspecto creativo en el equipo.
El proveedor es más adaptable.
Según va encontrando dificultades, tiene presente todos los detalles y cualquier tipo de información valida que puede dar paso a nuevas vías de solución para sacar adelante la situación, lo mismo ocurre ante el éxito.
Es un negociador de gran valor a la hora de poner en práctica las ideas.
Explora la información con curiosidad, pero no se aferra a los detalles.
COMPLETAR:
Denota una actitud de preocupación por lo que no va bien.
Verifica los detalles personalmente.
Es intolerante con los pequeños errores.
Esta detrás de los proyectos, verificando su compleción, para lo cual trabaja dura y perseverantemente.
Sobresale encontrando y corrigiendo las fallas, organiza las acciones, los materiales, etc.
Cuida que todos los aspectos de un proyecto, los ensayos, las pruebas y los procedimientos estén bien planificados y especificados.
Tiende a estar tensa pero su ansiedad no suele ser apreciada por los demás.
Generalmente controla sus emociones.
Evita dejar los trabajos empezados sin acabar.
Este estilo resulta un complemento necesario para los miembros más entusiastas de un equipo, capaces de demostrar gran exaltación durante las primeras fases de un proyecto, pero cuyo fervor después decae y van abandonando el proyecto.
Estas personas pueden denotar ser algo reservadas socialmente, son bien aceptadas por los demás miembros, ya que se suele apreciar y valorar bien su actuación.
ARMONIZAR:
El papel fundamental de este estilo consiste en promover la concordia dentro del equipo.
Atiende las ideas y sentimientos de los demás.
Denota simpatía y seguridad en sí misma.
Es sociable pero no dominante.
Se comunica bien, despierta confianza en los demás.
Pondrá por delante los objetivos del equipo y su buen funcionamiento antes que su propia ambición.
Es diplomático y hábil en captar los sentimientos de los demás y las características de la situación.
No es crítico hacia los otros.
No suele tomar las decisiones del equipo.
Una de las fuentes de fracaso de un equipo suele ser la discordia o la competencia desleal entre algunos integrantes.
Su papel es desviar o diluir los problemas personales y como consecuencia, lograr que cada miembro pueda contribuir con eficacia al logro de los objetivos, lo cual puede conseguirlo de varios modos: mediante sus salidas de buen humor, sus palabras de ánimo o cualquier tipo de comentario para reducir la tensión.
IMPLANTAR:
Esta caracterizado por la alta orientación hacia el diseño de procedimientos y esquemas lógicos de trabajo.
Es un complemento de gran valor para los entusiastas de la innovación en el equipo.
Es concienzudo, y se preocupa por los detalles.
Son muy buenos cuando se trata de poner en práctica los esquemas que ellos mismos u otras personas han diseñado.
Son buenos organizadores, capaces de dirigir a los colaboradores, tienden a guardar un buen control emocional y tienen preferencia por el orden y la rutina.
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