domingo, 10 de octubre de 2010

2.7 ORIENTACIÓN A LA INNOVACIÓN DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS

Los modelos de negocio tradicionales, así como las formas tradicionales de dirigir esos negocios, no encajan en el entorno cambiante de la Nueva Economía. El uso de Internet y sus tecnologías afines para hacer negocios crece día a día y pocas empresas podrán permitirse el lujo de mantener con éxito su forma actual de operar en el mercado. Esto es aún más cierto si nos centramos en el mundo de la franquicia: aquellas franquicias que se mantengan alejadas de las Nuevas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) estarán en clara posición de desventaja respecto a sus competidores.

Cuando la gente de negocios piensa en la innovación, muchos se imaginan nuevos y relucientes productos o incluso nuevos procesos de fabricación. Sin embargo, la innovación siempre ha estado relacionada íntimamente con los modelos de negocio. Es muy fácil caer en el error de centrarse excesivamente en satisfacer a nuestros clientes actuales y olvidarnos del impacto a medio plazo que los cambios tecnológicos pueden tener en el mercado. Antes de que podamos darnos cuenta, cualquier competidor puede rebasarnos gracias a la ventaja competitiva que el uso efectivo de las TIC le otorga.
En el caso de la franquicia, esa ventaja puede tener la forma de una relación más eficiente con los proveedores, un flujo constante de información entre franquiciador y franquiciados o un nuevo canal de distribución surgido prácticamente de la nada y en un tiempo récord.

No obstante, la búsqueda de la innovación en la franquicia por medio de las TIC también tiene su lado oscuro. En estos términos, quedarse retrasado puede ser tan contraproducente como querer avanzar demasiado rápido y por el camino incorrecto. Particularmente, las TIC se encuentran en la actualidad en una etapa de desarrollo increíblemente rápido, lo que hace muy difícil tomar decisiones acertadas en relación con su incorporación a nuestro modelo de negocio. Adoptar una determinada tecnología y hacer que nuestra franquicia se apoye en ella supone, en la mayoría de los casos, una opción estratégica difícil de abandonar o redirigir, por poco adecuada que resulte en el futuro.
Así, pues, el desafío al que se enfrenta hoy por hoy la franquicia en relación con las TIC es, básicamente, la toma de una decisión estratégica que le permita innovar pero que no le cierre las puertas ante los cambios aún desconocidos que ocurrirán en el entorno tecnológico a medio plazo.
Por extraño que parezca, la vía más segura para aceptar este desafío con posibilidades de éxito es la ejecución de cambios drásticos en nuestros modelos de negocio, con intención de entrar en una dinámica de innovación constante apoyada en las TIC. Dicho de otra forma, la mejor manera de cubrirse las espaldas ante la incertidumbre del futuro tecnológico es embarcarse en la espiral de la innovación tecnológica sin mirar atrás. Puesto que prevemos que el entorno tecnológico va a cambiar mucho en los próximos años, debemos adecuar nuestro modelo de negocio para que incluya la posibilidad de adaptarse a esos cambios y aprovecharlos en nuestro beneficio.

Si una franquicia es capaz de incorporar esos cuatro ingredientes básicos a su plan estratégico y a su modelo de negocio, estará en condiciones de enfrentarse con posibilidades de éxito a los cambios del entorno tecnológico, por medio del aprovechamiento ventajoso de las TIC. Ahora bien, la aplicación práctica y concreta de esos cuatro ingredientes a una franquicia puede adoptar

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